Las Otras Noticias - 2025 (370)

 LAS OTRAS NOTICIAS (370)

16 de Abril de 2025

FUENTES: El País, eldiario.es, Público, InfoLibre, El Salto, Contextos, Rebelion.or, Cadena Ser.

DESIGUALDAD: CUANDO LAS CIFRAS GRITAN

Los multimillonarios o milmillonarios (poseedores de fortunas superiores a mil millones de dólares o 924 millones de euros) son ya 3.028 en todo el mundo (247 más que en 2024), según publica la revista Forbes. En ese selecto club hay 406 mujeres, que representan 13,4% del total.

También se ha alcanzado otro hito en la desigualdad: 15 personas tienen fortunas superiores a 100.000 millones de dólares.

Cada día nos llegan noticias de un mundo más desigual y menos solidario. La concentración de la riqueza no se detiene. Tampoco la desigualdad.

Los primeros puestos de esos privilegiados son para Elon Musk (342.000 millones de dólares), Mark Zuckerberg (216.000), Jeff Bezos (215.000) Larry Ellison (192.000) y Bernard Arnault (178.000). Son los dueños de las grandes empresas tecnológicas, aunque entre ellos también hay financieros, industriales y hasta deportistas o gentes del espectáculo.

El país donde hay más milmillonarios es Estados Unidos, con 902, seguido de China (516) e India (205), pero hay milmillonarios en 76 países.

El presidente Donald Trump posee 4.700 millones de euros, de acuerdo a la publicación.

En lo que respecta a España, el primer multimillonario el empresario Amancio Ortega, con 124.000 millones de dólares (114.943 millones de euros), seguido de su hija Sandra (10.800 millones de dólares (10.011 millones de euros), y el financiero Juan Carlos Escotet (7.400 millones de dólares (6.859 millones de euros).

En tanto, 712 millones de personas viven en pobreza extrema en todo el mundo (de un total de 8.090 millones), según Oxfam. La ONU afirma que cada día mueren en el mundo 24.000 personas de hambre o por causas relacionadas con ella; representan el 16% de todos los fallecidos.  4,8 millones de niños menores de cinco años mueren anualmente, la mayoría por causas prevenibles.

Los alimentos arrojados a la basura en Europa y Estados Unidos alcanzarían para alimentar a todas las personas que pasan hambre.

La Organización Internacional del Trabajo calcula que más de 470 millones de personas en todo el mundo carecen de un acceso adecuado al trabajo remunerado.

Los avances científico-técnicos son asombrosos y podrían ser de gran beneficio para la humanidad, pero de hecho no sirven para resolver ancestrales problemas como el hambre, la ignorancia, la exclusión, enfermedades previsibles o falta de satisfactores básicos, sino que profundizan las desigualdades y acrecientan la concentración de la riqueza en pocas manos, sin que sea posible imaginar cuándo pueda revertirse esa tendencia.

GAZA: ¿QUÉ MÁS TIENE QUE PASAR?

Desde hace siete semanas Israel impide la entrada en la Franja de Gaza de artículos esenciales como alimentos, medicinas y combustible, mientras continúa su insistente campaña de bombardeos masivos sobre la zona. La situación, en palabras de la ONU, es “probablemente la peor en los 18 meses desde el estallido de las hostilidades”.

Desde el inicio del genocidio en octubre de 2023, han muerto 51.000 gazatíes y 116.343 han resultado heridos, y se calcula que más de 14.000 están atrapados bajo los escombros. Entre los asesinados se cuentan al menos 14.500 son niños, según UNICEF. Además, unos 20.000 han perdido a uno o ambos progenitores, la mitad de los menores gazatíes presentan signos de trastorno de estrés postraumático o depresión y decenas de miles tienen síntomas graves de desnutrición.

Otros 900 palestinos han sido asesinados en la Cisjordania ocupada en ataques del ejército y los colonos judíos.

Alrededor de 1,9 millones de personas (entre ellas un millón de niños y niñas) han sido desplazadas por la fuerza, algunas de ellas más de 25 veces. Viven en tiendas improvisadas, acampadas entre losas de hormigón o al aire libre.

Entre las personas asesinadas hay 1.402 profesionales de la medicina, 284 miembros de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), 194 miembros de los equipos de Defensa Civil y 205 periodistas. 34 hospitales y 240 centros de salud han sido destruidos y 142 ambulancias que también han sido blanco de los ataques.

Luego de un alto el fuego de un mes, que Israel rompió unilateralmente el 18 de marzo, han muerto 1.391 gazatíes y han sido heridos 4.302 heridos por los bombardeos aéreos y terrestres.

Todo ello ocurre ante la inacción de los gobiernos que pueden hacer algo para detener la masacre. ¿Qué tiene que pasar para que la comunidad internacional, que se autoelogia por su democracia y defensa de los derechos humanos, reaccione?

SALUD Y DERECHOS HUMANOS EN MADRID

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha reconocido "las deficiencias" de la sanidad pública en el barrio madrileño de Carabanchel y ha instado a la Comunidad de Madrid a garantizar el acceso a cuidados médicos en los centros sanitarios.

Los vecinos de Carabanchel llevan casi cinco años exigiendo una mejora de los recursos humanos y materiales sanitarios. En agosto pasado, una comitiva ciclista llegó hasta Ginebra, Suiza, para plantear la situación al Alto Comisionado de la ONU, que ahora ha expresado "preocupación por la falta de accesibilidad al sistema sanitario público y por las deficiencias que presentaba, en particular en la Comunidad de Madrid".

La Atención Primaria de la salud madrileña tiene el menor gasto por habitante de todas las comunidades. Su presupuesto es de 1.482,25 euros por habitante y año, mientras que la media nacional es de 1.944,47 euros.

Según las asociaciones médicas, en 194 de los 267 centros de salud de la Comunidad las plantillas médicas están incompletas, y globalmente faltan 3.812 médicos y médicas y 983 pediatras. Hay 764.000 personas que no tienen asignado un médico de familia o un pediatra.

Las áreas geográficas más afectadas por las carencias son la sur y la este, las zonas más populares.

Pese a que Madrid es la Comunidad con mayor número de colegiados médicos, es la que tiene menos médicos en atención primaria, 69 por 100.000 habitantes. La Organización Mundial de la Salud recomienda asignar a la atención primaria el 25% del presupuesto de la sanidad, pero Madrid solo destina el 10,7% (el promedio nacional es el 24%).

Muchos profesionales migran a centros privados, a otras comunidades autónomas o al extranjero.

DERECHOS DE PUEBLOS INDÍGENAS

EN AISLAMIENTO VOLUNTARIO

La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha condenado al Estado de Ecuador por violar los derechos a la propiedad colectiva, a la libre determinación, a la vida digna, a la salud, a la alimentación, a la vivienda, al medio ambiente sano, a la cultura, a la protección de la familia y a la dignidad de los pueblos indígenas Tagaeri y Taromenane, en aislamiento voluntario.

El Estado de Ecuador autorizó en 2020 dos proyectos de explotación minera en el territorio de estos dos pueblos, que viven en áreas protegidas por el Estado.

Esos dos pueblos indígenas, y varios más, se han apartado del resto de la sociedad obligados por las circunstancias, para preservar su cultura, su identidad, su vida y su supervivencia como pueblos. Sufren amenazas de parte del narcotráfico, la tala clandestina del bosque, la explotación desmedida de recursos naturales por parte de empresas extractivas y los megaproyectos de capital interno y externo en sus territorios.

Sus derechos están protegidos por instrumentos jurídicos de la Organización Internacional del Trabajo, la ONU y otros. La Constitución de Ecuador garantiza que “los territorios de los pueblos en aislamiento voluntario son de posesión ancestral irreductible e intangible, y en ellos estará vedada todo tipo de actividad extractiva”.

La corte obliga al Estado ecuatoriano a reparar los daños y a investigar y juzgar a los implicados.

La sentencia sentará un precedente en América Latina en cuanto a la protección de los derechos de pueblos indígenas en aislamiento voluntario, de los que hay varios grupos en Brasil, Colombia, Bolivia, Perú, Venezuela y Paraguay.

PASION Y MUERTE EN SUDÁN

Es el tercer país más grande de África y tiene 50 millones de habitantes. El ejército gubernamental (FAS) y un fuerte cuerpo paramilitar (FAR), que hasta hace dos años caminaban de la mano en la represión a los demócratas, entraron en un conflicto bélico por motivos de hegemonía política e intereses económicos. Y han sumido a su país en la peor catástrofe humanitaria del mundo.

Algunos calculan que los muertos son 20.000; otros los elevan a 150.000.

Unos 13 millones de personas, la mitad niños y niñas, han tenido que huir de sus hogares (desplazados); unos 3,9 millones han buscado refugio en países vecinos (Egipto, Sudán del Sur o Chad).

Más de 30 millones de personas necesitan ayuda humanitaria (cinco millones más que hace un año). Carecen de suficiente comida y agua. Casi ocho millones de personas están en riesgo de inanición por no poder acceder a los alimentos básicos. Más de 600.000 personas viven ya en una situación de hambruna.

A la hambruna y las heridas propias de vivir en una zona en conflicto se suman los brotes de sarampión, difteria y cólera, con miles de muertos por ese motivo. Más del 75% de los hospitales y centros de salud de las zonas afectadas por el conflicto no están operativos. Las campañas de vacunación han quedado interrumpidas.

Unos 17 millones de niños y niñas (el 90% de la infancia del país) no van a la escuela, y ello aumenta el riesgo de trabajo infantil, matrimonio forzado, tráfico y reclutamiento por parte de los grupos armados.

Amnistía Internacional ha documentado muchos casos de esclavitud sexual, violaciones grupales y torturas.

La ayuda necesaria no llega. El recorte de las partidas para ayuda humanitaria por parte de Estados Unidos está teniendo un fuerte impacto en la atención médica de más de cuatro millones de sudaneses. En 2024 sólo se logró el 48% de la ayuda solicitada por la ONU. Este año apenas se ha logrado el 7% de los fondos demandados.

HAITÍ, LA ESPERANZA PASA LEJOS

Fue la primera república independiente de América, gracias a un levantamiento de los negros contra la metrópoli francesa. Luego, las deudas, las dictaduras y las ocupaciones militares estadounidenses hicieron de él un estado fallido. Haití es hoy un caos, que se debate entre la ineficiencia, la corrupción, la miseria y la violencia.

Las bandas criminales campean en el país, disputándose barrio a barrio y casa a casa, para saquear, robar, extorsionar, traficar drogas …, en una crisis que no tiene paragón en la historia moderna.

Hace unos meses, a la Policía Nacional de Haití se unieron 970 efectivos de una Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití, en su mayoría kenianos, que en nada ha mejorado una situación agravada sobre todo a partir del asesinato del presidente Jovenel Moïse hace cuatro años.

Se calcula que las bandas de delincuentes son al menos 200 en todo el país, bien pertrechadas con armas procedentes de Estados Unidos o de la propia policía local. Ya ocupan el 80% ó el 85% de la capital Puerto Príncipe.

En los dos últimos años han muerto más de 7.000 personas en los enfrentamientos entre esas bandas y la policía.

A esa situación se agrega la falta de alimentos y agua potable, la falta de servicios de salud o higiene, la desnutrición, la falta de trabajo…, mientras la comunidad internacional no oye, no ve, no sabe, no entiende…