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14 de Octubre de 2024
FUENTES: El País, eldiario.es, Público, InfoLibre, El Salto, Contextos, Rebelion.or, Cadena Ser.
LÍBANO
La invasión israelí al Líbano cumple dos semanas, con intensos bombardeos en el sur y este del país, e incluso en los suburbios y centro de la capital Beirut, con todo el apoyo de la administración estadounidense y la indiferencia cómplice de Europa.
Se repite el modus operandi de Gaza. Israel emite órdenes de evacuación "inmediata" de los pobladores y enseguida llegan las bombas. Bajo el pretexto de combatir a Hizbulá, Israel bombardea campamentos de refugiados palestinos, viviendas, hospitales, carreteras, supermercados…
En Líbano hay 1,5 millones y más de 200.000 palestinos. Hizbulá es socio del gobierno libanés.
Las autoridades libanesas informan de más de 2.000 muertos, entre ellos más de un centenar de trabajadores médicos y otros tantos rescatistas. 1.2 millones de libaneses (de un total de seis millones) han debido abandonar sus hogares para refugiarse en otras partes del país. Unos 150.000 han huido hacia siria.
Según parece, los milicianos de Hizbulá están plantando cara a la invasión. El propio ejército israelí reconoce “intensos combates” y admite haber tenido varios muertos. El domingo 13 de octubre Hizbulá logró burlar las defensas antiaéreas israelíes y golpear con drones de asalto una instalación de entrenamiento militar en Haifa, Israel, con al menos cuatro militares muertos y siete gravemente heridos, además de “otras 67 personas heridas” de diversa consideración.
Israel se ha permitido incluso atacar posiciones de la Fuerza de Naciones Unidas para Líbano (cascos azules), que cuenta con unos 10.500 soldados (669 españoles), para garantizar la paz y la estabilidad en la zona fronteriza entre Líbano e Israel (“mantenimiento de la paz”). El ejército israelí ha utilizado buldócer (escavadoras potentes) para derribar los muros de algunas posiciones de la ONU y ha pedido que se esa fuerza se retire de las áreas cercanas a la frontera. Varios cascos azules han sido heridos.
La mayoría de los cascos azules llevan dos semanas confinados en sus bases y han pasado periodos considerables refugiados en sus búnkeres.
Israel nos ha acostumbrado a un nivel de brutalidad tal que ya no nos sorprendemos. Solo aparecen pequeñas acciones diplomáticas de protesta, casi casi pidiendo a Israel “que no se repita”.
Cada nueva violación debilita el derecho internacional y allana el camino para más impunidad. Todos saben que lo que siga la ONU será papel mojado, y nadie se plantea imponer sanciones.
CISJORDANIA
Gaza, Líbano, ¿y Cisjordania?
Una reciente irrupción del ejército israelí en un campamento de refugiados al norte de la Cisjordania dejó 38 palestinos asesinados, 46 arrestados, 150 heridos y calles, comercios, casas e infraestructuras eléctricas arrasadas.
Es parte de la cotidianeidad. Las incursiones son casi diarias. Más de 720 palestinos han muerto por fuego del ejército y los colonos israelíes desde que el 7 de octubre dio inicio la guerra en Gaza, entre ellos 160 menores. Más de 3.500 palestinos han sido desplazados y 11.000 detenidos.
En Cisjordania viven 600.000 colonos israelíes ilegales, que, respaldados por su ejército, han ido apoderándose desde hace años de las tierras de los palestinos.
El gobierno israelí no oculta su intención ce anexionarse también Cisjordania, al igual que Gaza, para construir el “Gran Israel”.
También allí, como el Gaza o Líbano, los israelíes destruyen casas, hospitales y carreteras, y bloquean a las ambulancias y a los trabajadores médicos que intentan llegar hasta los heridos.
LA GUERRA CONTRA LA UNRWA
El gobierno de Israel ha iniciado el proceso para confiscar la tierra donde se sitúa la sede de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) en Jerusalén Este, que lleva cerrada desde mayo después de sufrir varios ataques, para edificar 1.440 viviendas.
El territorio en el que se ubica el complejo de la ONU es parte de los territorios palestinos ocupados por Israel desde 1967.
Desde que empezó el genocidio contra Gaza hace un año, al menos 300 trabajadores humanitarios de la UNRWA han sido asesinados. El ejército israelí también ha destruido o dañado seriamente 190 infraestructuras de la agencia, como escuelas y centros sanitarios.
12 DE OCTUBRE (DE 1492)
¿Conquista? ¿Encuentro entre dos mundos? ¿Colonización? ¿Genocidio? ¿Leyenda negra?
En 1542 se promulgaron las “leyes nuevas” para para proteger a los indios, luego de medio siglo de trabajos forzados. En ese período se calcula que entre 250.000 y medio millón de nativos fueron esclavizados en el Caribe, y millones más sufrieron explotación laboral y malos tratos. Y, de hecho, la esclavitud siguió practicándose hasta la segunda mitad del siglo XVIII.
¿Los españoles civilizaban y los ingleses exterminaban? ¿Necesitaban ser civilizados los pueblos originarios de América? Es cierto que en varios de los países conquistados por España quedan muchos indígenas, y que en Estados Unidos solo unos pocos. Pero, ¿qué pasó con los millones de indígenas del Caribe?
¿Genocidio o encuentro? En el siglo XVI murieron 130 millones de nativos americanos (el 90%).
Llámense colonias, virreinatos o provincias, toda América se convirtió en un "territorio dominado y administrado por una potencia extranjera", que así define “colonia” la Real Academia de la Lengua. Y todo proceso colonial lleva anejas explícitamente la explotación, la opresión y la violencia.
APPLE Y LOS “METALES DE SANGRE”
La multinacional Apple, que acabade lanzar su nuevo iPhone 16, ha sido acusada por varias ONGs, encabezados por la Team Congo RDC, de usar en él “metales de sangre”.
En la República Democática del Congo hay cerca de 5.000 minas para extraer cobalto, coltán, estaño y el tungsteno, materiales fundamentales para el funcionamiento de los dispositivos electrónicos (móviles, computadores, tablets o artefactos que contengan baterías). Sólo el 2.8% de las minas son legales.
Allí están el 80% de las reservas mundiales de coltán. Muchas de las explotaciones, sobre todo al este del país, en la zona fronteriza con Ruanda y Uganda, son controladas por grupos armados, que también controlan las rutas de contrabando para sacar hacia Ruanda esos minerales preciosos, que salen al mercado internacional “lavados” y con la etiqueta “Made in Rwanda”.
Aunque apenas tiene yacimientos, Ruanda es el mayor exportador de Coltán del mundo, y financia a varios de los más de 40 grupos armados activos en las regiones mineras del Congo, que someten a los pobladores (incluidos niños) a trabajos forzosos en condiciones de trabajo inhumanas. Algunos cálculos indican que unos 40.000 niños trabajan en esas minas por uno o dos dólares al día. La guerra en el Congo, se dice, es un conflicto étnico, pero es unánime la opinión de que el coltán está en el centro de las hostilidades.
Las multinacionales obtienen la materia prima a buenos precios, y miran para otro lado cuando les preguntan sobre su origen. El 80% de las empresas estadounidenses son incapaces de decir si los productos que venden contienen metales de sangre.
Activistas congoleses han denunciado que las armas de los grupos armados ruandeses ilegales proceden de la ayuda militar que Estados Unidos y el Reino Unido envían al gobierno de Ruanda.
Las ONGs llaman a un boicot contra Apple por usar en sus dispositivos metales provenientes de grupos armados ilegales. Por esta razón son llamados “metales de sangre”.
“LA VIVIENDA ES UN DERECHO, NO UN NEGOCIO”
Decenas de miles de personas (150.000 según los organizadores) se manifestaron el domingo 13 de octubre en Madrid para demandar la regulación de los precios de los alquileres de la vivienda, la prohibición de los pisos turísticos y de los desahucios, y el fin de la especulación inmobiliaria, expropiando las viviendas vacías en manos de bancos y fondos de inversión.
Manifestaciones similares hubo en la mayoría de las ciudades españolas, donde la consigna fundamental fue que "la vivienda es un derecho, no un negocio".
El artículo 47 de la Constitución establece que “todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna”. Pero su encarecimiento no solo dificulta que los jóvenes puedan independizarse, sino que muchas personas mayores, con trabajo, deben dedicar gran parte de sus ingresos a costearse la vivienda. 1,3 millones de familias destinan a la vivienda más del 30% de sus ingresos.
Por otro lado, a pesar de las medidas de “escudo social”, los desahucios continúan. El año pasado se produjeron 38.266, el 71,9% fue por impago del alquiler y el 22,2% por ejecuciones hipotecarias, según datos del Consejo General del Poder Judicial.
Los manifestantes recordaron que el problema no es la falta de vivienda, sino que "se están utilizando viviendas vacías para especular". De hecho, en España hay 3.837.328 de viviendas vacías, según el Instituto Nacional de Estadística. Pero gran parte de ellas están en manos de los conocidos como “grandes tenedores” (propietarios de diez o más viviendas) y fondos buitre.
En opinión de los manifestantes, la responsabilidad de la situación recae sobre los gobiernos central, autonómicos y locales, por su inacción ante la especulación y por haber abandonado el concepto y la práctica de la vivienda social, facilitando el negocio de la banca, las empresas y los rentistas.
Una referencia: En la ciudad de Viena, Austria, hay unos 220.000 apartamentos sociales registrados en el sistema de inmuebles sin ánimo de lucro, en los que sus inquilinos pagan alrededor de la tercera parte de lo que cuestan los alquileres en otras capitales europeas como Londres o París. Más del 60% de los 1,8 millones de vieneses habitan en casas subvencionadas. Casi la mitad de su parque de viviendas pertenece al Ayuntamiento o a cooperativas. La renta media de un piso de una habitación en Viena es de apenas 300 euros, el 10% del ingreso habitual de un profesional.
Viena es seguramente la ciudad del mundo con una más larga tradición de apoyos financieros a la vivienda. El secreto parece que está poner el suelo en manos públicas y en que la gestión sea municipal.
LOS SAHARAHUIS DEL AEROPUERTO
Otro escándalo más. Llevaban semanas en el área de solicitantes de asilo del aeropuerto de Madrid, en condiciones notablemente precarias. Eran activistas por los derechos humanos y por la autodeterminación del Sahara Occidental. A ninguno le fue concedido el asilo.
30 de ellos fueron deportados a Marruecos. Como se temía, algunos ya han sido detenidos por las autoridades marroquíes y están siendo interrogados; varios más han sido citados por la policía.
La historia se repite. Marruecos reprime al pueblo saharaui y ahora el gobierno de España deporta a sus activistas, con la opinión en contra de los grupos de izquierda, de las organizaciones profesionales de la judicatura y de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado.
Amnistía Internacional ha denunciado en numerosas ocasiones la represión infligida por las autoridades marroquíes contra los intentos de protesta de la población saharaui residente en los territorios ocupados por Marruecos, y ha documentado tortura o malos tratos a activistas.