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- de Julio de 2021
FUENTES: El País, eldiario.es, Público, InfoLibre, Hufftinton post, ctxt.es, Cadena Ser.
LA PANDEMIA EN EL MUNDO
La pandemia continúa avanzando en el mundo. Los contagios ya suman más de 194 millones, y los fallecidos 4,1 millones. El 48% de los fallecidos han ocurrido en América, el 30% en Europa y el 19% en Asia.
El número de contagiados siguen subiendo en casi todos los países, pero el de fallecimientos parece haberse estabilizado, con descensos en países significativos como Brasil.
La letalidad es muy diferente en los distintos países. La mayor se registra en Perú (610 fallecidos por cada 100.000 habitantes). Les siguen, con rangos entre 300 y 200, Hungría, Bosnia-Herzegovina, República Checa, Brasil, Colombia… España promedia 170, por debajo de Bélgica (230), Italia (211) o el Reino Unido (194).
Se han administrado casi 4.000 millones de dosis de vacunas en todo el mundo. El 28% de la población mundial ha recibido al menos una dosis, aunque más del 80% de las vacunas han sido administradas en países de renta media y alta.
LA PANDEMIA EN ESPAÑA.-
La incidencia acumulada a 14 días ha alcanzado los 700 casos por cada 100.000 habitantes (en algunas provincias supera los 1.200 casos). La ocupación hospitalaria por enfermos de COVID-19 es del 8%, y la de las UCI del 16% (aunque en varias provincias alcanza el 25%). Pero la incidencia ha comenzado a descender en los adolescentes y jóvenes.
Las autoridades han mostrado preocupación por la virulencia de las nuevas cepas y han endurecido las medidas para tratar de poner freno a los contagios. Varias comunidades autónomas han establecido toque de queda. La quinta ola entró de manera explosiva, pero se ha demostrado que las restricciones tienen efectos positivos.
El número de contagiados desde el inicio de la pandemia asciende a 4.342.054 y el de los fallecidos a 81.268.
Por otro lado, ya somos más de 25 millones los que hemos recibido la pauta completa (52,8% de la población) y el más de 30 millones los que han recibido al menos una dosis (63,7%).
CRECEN LOS POBRES Y LOS RICOS.-
Nos lo decía la ONU hace unos días: Los hambrientos en el mundo ya alcanzan los 811 millones de personas, un 10% de la población mundial.
También crece el número de ricos. Ya son 56 millones las personas con un patrimonio de más de un millón de dólares (excluyendo el valor de su residencia habitual); en el año de la pandemia se sumaron 5,2 millones más. Representan el 1% de la población mundial, y acumulan el 82% de toda la riqueza del planeta. En 2025 serán 68 millones. Lo indica el informe Global Wealth Report 2021
Los millonarios en España son 1.147.000 (el 2% de todos los millonarios del mundo), y la previsión es que en 2025 serán 1,8 millones.
La mitad de la población mundial vive con menos de 5 dólares al día.
No es casualidad. Es el propio sistema de funcionamiento del sistema neoliberal, que hace multiplicarse las fortunas y la pobreza, apoyado en gobiernos dóciles a las élites económicas, que mantienen un injusto sistema fiscal y desfinancian los servicios públicos básicos y la asistencia social.
¿TURISMO ESPACIAL?
El multimillonario Jeff Bezos, el hombre más rico del planeta, fundador y director ejecutivo de la empresa Amazon, se ha gastado 5.500 millones de dólares en un viaje de 11 minutos al umbral del “espacio exterior”, para ver desde allí la tierra y sentir por unos segundos la ingravidez. Lo había hecho unos días antes el también multimillonario británico Richard Branson, fundador de Virgin Group. Y en breve lo hará Elon Musk, creador de Tesla. Son vuelos que no llegan a entrar en órbita; sólo ascienden hasta 80 ó 100 kilómetros de altura y vuelven a la Tierra.
Ya tienen listas sus empresas para organizar el turismo espacial. Los billetes costarán alrededor de 250,000 dólares, y ya hay varios miles de personas en lista de espera…
Nunca como hoy se había conocido tanta concentración de la riqueza en tan pocas manos. Sus corporaciones tienen ya más poder que muchos Estados, que ni siquiera pueden cobrarles impuestos mínimamente justos. Antes se compraban islas. Ahora, ese club de privilegiados parece haberse ido de nuestro mundo real. Ellos diseñan sus propias ciudades con urbanismo propio y leyes propias, y privatizan el espacio… Toda una metáfora.
No está claro aún el impacto ecológico que puedan tener esos viajes. Algunos cálculos indican que el viaje de Bezos (con solo cuatro pasajeros a bordo) emitió hasta 13 veces más de dióxido de carbono que un vuelo transatlántico. Otros estiman que ese viaje emitió por cada pasajero una cantidad de dióxido de carbono equivalente a la que emiten dos o tres personas en todo un año.
En todo caso, no es fácil de entender y asimilar que, cuando intentamos reducir nuestro impacto ambiental, y vamos haciéndonos a la idea de usar menos los aviones y los vehículos, surja esta nueva forma de ocio accesible sólo a una minoría y sin ninguna regulación restrictiva; sólo hay que tener el dinero para pagar el billete.
¿No tiene algo que ver la ética en todo esto? ¿Vale todo si se tiene dinero? ¿Ha de permitirse todo, incluso lo que nos destruye, en aras de la libertad? ¿Tienen todos los criterios el mismo valor? ¿Permitiremos que el individualismo neoliberal aplaste la razón y la ciencia? ¿Nos quedamos tan contentos porque Bezos prometió donar 100 millones de dólares para beneficiar a personas desplazadas y afectadas por el cambio climático?
Al retornar de su viaje, Bezos hizo un patético agradecimiento a trabajadores y clientes Amazon porque “vosotros habéis pagado todo esto”… Amazon, en efecto, se caracteriza por una política extremadamente dura contra sus trabajadores, el 40% de los cuales son temporales, a quienes aplica fuertes controles de productividad. Desde hace varios años, en diversos países ha sido denunciada por la precariedad que sufren sus trabajadores en salarios, en rotaciones abusivas, en temporalidad, en persecución a sus sindicatos, en contratación de falsos autónomos (al igual que las plataformas Glovo, Uber Eats o Deliveroo), en falta de protección frente al coronavirus… No dudamos de que trabajadores y clientes de Amazon “hemos pagado todo eso…”.
¿QUÉ PASA CON LA LUZ?
El precio de la luz sube y sube. Según dicen los expertos, el precio del kilowatio/hora es el segundo más caro de Europa, solo por detrás de Alemania. En estos días ha subido a más de 106 euros.
Hace un mes, el gobierno bajó el IVA al consumo eléctrico durante tres meses del 21% al 10%, pero con la nueva escalada ha hecho que la rebaja no se note en la factura mensual de los consumidores, que pagaremos en promedio un 34,6% más que en julio de 2020 (de 62,67 a 84,35 euros).
Si a eso le agregamos los aumentos a la gasolina y el gas doméstico, la factura energética promedio de los hogares alcanzará los 505 euros.
Las empresas y el gobierno dicen que el aumento se debe al alto precio del gas en el mercado internacional y de los derechos de emisión de CO₂ que conlleva la producción de energía por gas, unido al aumento de demanda por las altas temperaturas propias del verano.
Pero entre el 15 y el 10% de la producción de energía en España no tiene que ver nada con el gas; se produce por otros sistemas. El alto precio es fruto del diseño del sistema eléctrico. El precio de la luz lo fija la central a la que más caro le cuesta producir la energía. Las centrales más caras son las de gas, que son las que establecen el precio, de manera que pagamos a precio de central de gas la energía producida por las hidroeléctricas, las nucleares, las eólicas, las solares…, aunque a éstas les cueste producirla dos o tres veces menos. “Es como si el carnicero te cobrara el pollo al precio del solomillo de ternera”, comentó acertadamente un periodista.
Todo ello ocurre en un país donde la pobreza energética (los que no pueden mantener su casa en una temperatura adecuada) alcanza a 4,5 millones de personas.
El gobierno se muestra “preocupado” y se resigna a que “vamos a tener precios altos” hasta bien entrado 2022. Nos recomienda “mantener la calma” hasta que de Bruselas venga alguna normativa que nos permita hacer las “reformas estructurales”.
Las tres grandes eléctricas (Iberdrola, Endesa y Naturgy) han tenido beneficios conjuntos netos de 25.977 millones de euros en los últimos cinco años. Actualmente, su beneficio supera los 700.000 euros a la hora, por lo que es previsible que en 2021 alcancen los 7.000 millones.
Son las reglas del mercado, tan insostenibles como injustas e inhumanas. ¿Alguien podrá ponerle el cascabel a ese gato?
ESPAÑA Y SUS EMPRESAS EN CUBA.-
En su reciente viaje a Estados Unidos el presidente Pedro Sánchez garantizó “estabilidad” y “certidumbre” para las inversiones de las empresas y fondos estadounidenses en España, y aseguró que la economía española es una de las que más rápido va a crecer en los próximos meses “en el mundo desarrollado”.
Por otro lado, pidió “solidaridad” con el pueblo cubano, que se enfrenta a una crisis muy fuerte por la COVID-19 y el desplome del turismo. También reclamó la democratización de la isla para que “sin injerencias de nadie” pueda “disfrutar de derechos y libertades", criticó el bloqueo estadounidense y prometió enviar 7,5 millones de vacunas anti-COVID-19 al país.
Las inversiones españolas en Cuba sufren complicaciones por el endurecimiento del embargo a la isla caribeña decidido por la Administración de Donald Trump y mantenido por Joe Biden.
España es el principal inversor en la isla junto con Canadá, con inversiones en torno a los 450 millones de euros anuales, sobre todo en las áreas del tabaco, turismo y servicios financieros, por parte de 285 empresas, entre las que se encuentran Meliá, Iberostar, NH, BBVA, Barceló, Iberia, Amadeus, Be Live, H10, Roc, Sirenis, BBVA o Banco Sabadell.
Es además el tercer principal exportador a suelo cubano, con más de 900 millones de euros al año en máquinas, repuestos, alimentos, equipamientos eléctricos, suministros para agricultura, materiales de construcción, productos de hostelería, etc.
ESTADOS UNIDOS IMPONE SANCIONES A CUBA.-
La Administración de Joe Biden ha impuesto sanciones al ministro cubano de la Defensa y a una de las unidades policiales de élite, a quienes considera responsables "de la violencia, la represión y las violaciones de derechos humanos" contra los manifestantes del pasado 11 de julio en la isla.
En los hechos mencionados por los estadunidenses hubo solamente un muerto que formaba parte de un grupo que pretendía tomar violentamente una estación de policía.
Con ello, el presidente Joe Biden parece intensificar la presión sobre el régimen cubano, en una línea similar a su predecesor Donald Trump, que endureció las medidas de bloqueo contra Cuba. Algunos han visto en la reacción de Biden la frustración por el fracaso del intento de revuelta ocurrido en Cuba el 11 de julio, de la que el gobierno cubano ha responsabilizado a los estadounidenses.
En 2020 fallecieron en Estados Unidos 1.021 personas como resultado de la represión policial, según datos oficiales.
400 personalidades del mundo de la cultura y la política a nivel internacional han firmado una carta solicitando al presidente estadounidense el fin del embargo y la anulación de las medidas coercitivas de la Administración Trump en materia de exportaciones e importaciones. Entre los firmantes aparecen Jane Fonda, Lula Da Silva, Adolfo Pérez Esquivel, Noam Chomsky o Ignacio Ramonet
DOBLE VARA DE MEDIR EN LA VENTA DE ARMAS.-
En temas de venta de armas, los gobiernos del Partido Popular y del PSOE siguen el mismo patrón.
El gobierno de Mariano Rajoy suspendió las ventas a Venezuela en 2014, argumentando problemas en el respeto a los derechos humanos. La prohibición sigue vigente. En cambio, a partir de 2015, cuando Arabia Saudí inició los bombardeos sobre Yemen, España intensificó las ventas a ese país. Entre 2015 y 2020, en volumen de las ventas sumó 1.234 millones de euros, en armas y equipos susceptibles de ser usados en los bombardeos de Yemen. Así lo denuncia la campaña Armas Bajo Control, integrada por Amnistía Internacional, Greenpeace, Intermón Oxfam y FundiPau.
¿Por qué España no aplica a Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos el mismo rasero que a Venezuela? Porque lo que priman son los intereses comerciales, económicos o estratégicos, mientras los derechos humanos pasan a un segundo lugar.