Las Otras Noticias - 2024 (342)

 LAS OTRAS NOTICIAS (342)

30 de Septiembre de 2024

FUENTES: El País, eldiario.es, Público, InfoLibre, El Salto, Contextos, Rebelion.or, Cadena Ser.

GAZA: ¿MIRAR A OTRA PARTE?

Hace unos días, la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución para exigir el fin de la ocupación de los territorios palestinos, la devolución de las tierras confiscadas, el retorno de los desplazados y la reparación a los damnificados…, con el vergonzoso voto en contra o abstención de varios países de la Unión Europea. De nada servirá. El primer ministro israelí, Netanyahu, insultó a la ONU calificándola de “pantano antisemita”.

Cuando se cumple un año de genocidio en Gaza, los palestinos oficialmente muertos son 41.595 y los heridos 96.251. Entre los muertos se incluyen 885 trabajadores sanitarios y 82 rescatistas de la Defensa Civil gazatí.

Algunos miembros del gobierno israelí ya reconocen abiertamente que el objetivo final de su ofensiva no es solo la aniquilación de Hamás, sino la expulsión de los palestinos de Gaza y su ocupación por colonos judíos.

¿Y los países árabes? Lamentablemente, el “Panarabismo” solidario del siglo pasado ya no existe. Muchos gobiernos árabes son dictaduras de facto, más preocupados por normalizar las relaciones con Israel que por apoyar a Palestina.

“Gaza es un lugar que horroriza a los trabajadores de ayuda humanitaria más experimentados. Un millón de niños viven allí, entre ríos de aguas residuales portadoras de polio, en escombros infestados de roedores y reptiles”. Palabras del comisario general de la ONU para los refugiados palestinos.

Oímos que Estados Unidos no logra dominar a Netanyahu y que Europa no dispone de capacidad de acción. ¡Mentiras cínicas! Con cerrar el grifo de las armas sería suficiente. Pero, palabras aparte, Israel es el gran protegido de Estados Unidos y un aliado de Europa. Estados Unidos sigue enviándole armas. Recientemente ha aprobado otro “paquete” por 8.700 millones de dólares. Varios países europeos (Alemania, Reino Unido…) también le envían ayuda militar, otros permiten el tránsito de armas por su territorio y ninguno ha anunciado el embargo formal de armas. Además, la Unión Europea mantiene su acuerdo comercial de asociación con Israel.

¿Qué es eso, sino normalizar el genocidio? Frente a un estado claramente terrorista, ¿es ético que la comunidad internacional mire hacia otra parte?

LÍBANO, EL SIGUIENTE

Cuando se cumple un año de genocidio en Gaza, ahora le toca al Líbano. Empezó con la explosión de dispositivos electrónicos en manos de miembros de Hizbulá, y ha continuado con masivos bombardeos en el sur y este del país.

Las autoridades libanesas hablan de 1.640 muertos, entre ellos el máximo dirigente de Hizbulá, milicia islamista aliada de Hamás y de Irán, y varios de sus subalternos; también 104 niños y niñas. Cerca de un millón de personas han sido desplazadas de sus hogares, que representan casi un quinto de la población total del país. Unos 100.000 han cruzado la frontera hacia Siria.

Organismos de la ONU hablan de “una catástrofe humanitaria".

De nada servirán reuniones de emergencia o llamadas a la contención. Israel no cejará en su generalizada ofensiva para construir el “Gran Israel”, mientras las potencias exhiben su vergonzosa indiferencia.

INMIGRACIÓN: LA TRAGEDIA DE CADA DÍA

El 28 de septiembre, de madrugada, un cayuco de fibra volcó cerca de la isla del Hierro, Canarias, al concentrarse sus ocupantes en uno de los laterales durante el rescate. Las organizaciones de socorro rescataron a 27 supervivientes y los cadáveres de nueve más; 48 se encuentran desaparecidos (es decir, muertos).

Eran mauritanos, malienses y senegaleses. Habían salido de Mauritania hacía seis días, y estuvieron 48 horas sin comida ni agua; tuvieron que beber agua del mar.

Entre las víctimas hay varios adolescentes y al menos cuatro niños de 7 a 11 años.

Es la mayor tragedia migratoria ocurrida en Canarias en 30 años de llegadas de pateras.

Mientras tanto, Europa continúa levantando muros políticos, legales, económicos, físicos e institucionales, para dificultar el acceso de quienes huyen de la muerte y la miseria, obligándoles a elegir los caminos más peligrosos…

CONCENTRACIÓN DE LA RIQUEZA Y EL PODER

El 1% de la población mundial atesora más riqueza que el 95% del mundo más pobre y tiene además el 43% de todos los activos financieros del mundo. Las tres mayores gestoras de fondos (BlackRock, State Street y Vanguard) acaparan una quinta parte de todos los activos de inversión en todo el mundo (en acciones, fondos, metales y materias primas). Lo denuncia Oxfam Intermón en su reciente informe “Multilateralismo en una era de oligarquía global”, que se basa en datos del banco suizo UBS.

Al mismo tiempo, alrededor del 46% de la población mundial (más de tres mil millones de personas) vive por debajo del umbral de pobreza global (ingresos menores a 6,85 dólares por día).

El peso de los ultrarricos y de las megaempresas se está incrementando. Y eso alimenta la desigualdad. Los esfuerzos globales para responder a desafíos como la crisis climática, los niveles persistentes de pobreza y desigualdad, la lucha contra la evasión fiscal o la reducción de la deuda insostenible de los países más pobres "están siendo amenazados por la concentración de poder en manos de los ultrarricos y las megaempresas”.

El 79% de la población mundial, los países del "Sur global", los de rentas bajas o muy bajas, solo cuentan con el 31% de la riqueza global. Y deben destinar casi el 40% de sus presupuestos anuales al servicio de la deuda, lo que supone un 60% más de lo que destinan de manera conjunta al gasto en educación, salud y protección social.

Más de la mitad de esa deuda que ahoga a las naciones de renta media y baja fue adquirida de manos de organizaciones privadas, ya sean bancos o fondos de inversión. Entre éstos se incluyen los llamados fondos buitre, que especulan comprando activos en momentos de crisis o inestabilidad y los venden en épocas de bonanza.

Se está produciendo, dice Oxfam, una "intensificación del peso de una oligarquía global", en la que los ultrarricos, que no han sido votados por nadie, son quienes más influyen en la toma de decisiones políticas y en la fijación las reglas del juego del mundo. Las propias Naciones Unidas están perdiendo capacidad de acción frente al poder creciente de los milmillonarios.

EUROPA: EL PARAISO PERDIDO

El paraíso del bienestar no lo es tanto. O, al menos, no para todos. El precio de la vivienda ha dejado sin techo a cientos de miles de personas en Europa, entre ellas cerca de 400.000 niños y niñas, según un reciente informe la Federación Europea de Organizaciones que trabajan con personas sin techo y la Fundación Abbé Pierre.

Además, 14,5 millones de niños y niñas viven en viviendas inadecuadas, y cinco millones de familias con menores a cargo sufren situaciones de pobreza energética.

En Alemania (¡quién lo diría!) hay 372.060 personas sin hogar, de acuerdo a la Oficina Federal de Estadística, pero otras fuentes las hacen subir hasta 607.000.

En España, las personas sin hogar son 37.000, de las que 8.000 duermen cada día en la calle, de acuerdo a la organización “Hogar Sí”. Cada día los servicios sociales atienden as 21.500 (en 2020 atendían a 17.000).

Vivir en la calle implica 30 años menos en la esperanza de vida, una posibilidad mucho mayor de sufrir enfermedades graves (las sufre un 37%) y una mucho mayor posibilidad de morir a causa de un suicidio; de hecho, lo intentan el 31%. Los sin hogar están más expuestos a los delitos de odio; lo sufren el 47%.

Los altos precios de la vivienda están forzando a cada vez más familias y menores a vivir en la calle, en centros de acogida, alojados temporalmente en hostales u obligados a vivir en refugios improvisados, barrios marginales o viviendas superpobladas.

LOS PLÁSTICOS, OTRA PANDEMIA

Cada año se vierten más de 52 millones de toneladas de plásticos al medioambiente, de acuerdo a un estudio liderado por la Universidad de Leeds (Reino Unido) y publicado por la revista Nature.

Más de dos tercios de la contaminación plástica procede de la basura no recogida, a la que sigue la quema al aire libre de residuos, una práctica grave para la salud humana.

Los países que más plásticos vierten al medioambiente son India (9,3 millones de toneladas), seguida de Nigeria (3,5 millones) e Indonesia (3,4 millones).

La producción mundial de plásticos, que a mediados del siglo XX era de dos millones de toneladas, ahora rebasa los 450 millones de toneladas, muchos de ellos de un solo uso o difíciles de reciclar, que pueden permanecer en el medioambiente décadas o siglos.

España genera al año 1,6 millones de toneladas, de los que se reciclan menos de la mitad. Casi 46.000 toneladas terminan en el mar, la mayoría objetos de usar y tirar (bastoncillos, pajitas, cubertería o botellas).

Varios países del África subsahariana desechan al año una media de 12 kilogramos por persona (equivalente a más de 400 botellas de plástico), mientras que el Reino Unido, por ejemplo, desecha menos de tres botellas de plástico por persona y año. La falta de gestión de residuos y el rápido crecimiento de población podría convertir a África en la mayor fuente mundial de contaminación por plásticos.

Los investigadores advierten de que la recogida de basuras debería considerarse una necesidad básica, como los servicios de agua y alcantarillado, y piden reducir la generación de basura plástica (“el mejor residuo es el que no se genera”), además de mejorar los sistemas de recogida y evitar la incineración a cielo abierto.

¿LO SOPORTARÁN LOS ARGENTINOS?

Es el gran éxito de Javier Milei: La balanza de pagos cuenta con superávit, es decir, el estado ingresa más de lo que gasta, gracias a medidas como recortes profundos en los servicios públicos (comedores, sanidad, educación, pensiones…) y la venta de activos estatales a capitales transnacionales. Es la vieja receta del neoliberalismo: reducir el déficit fiscal alineándose a los intereses de las grandes corporaciones, gracias a las cuales llegó al gobierno.

El costo social de esa política también es conocido. Hoy los pobres argentinos son 5,4 millones más que hace diez meses, cuando Milei asumió el gobierno. En total suman 24,8 millones los argentinos pobres, de un total de 46,2 millones. Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo señalan que la pobreza alcanza ahora al 52,9% por ciento, con un 11,9% de indigentes. Cuando asumió Milei en diciembre de 2023 la pobreza afectaba al 41,7%, y la indigencia al 9%.

La Universidad Católica Argentina, por su parte, estima que el 57% de la población argentina (unos 27 millones) vive ahora en la pobreza, y un 16,5% en la extrema pobreza.

El 66,1% de los niños y adolescentes de hasta 14 años son pobres. También lo son el 60,7% de los jóvenes de entre 15 y 29 años.

El gobierno achaca esas tasas de pobreza a las anteriores administraciones y no a las políticas actuales.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, que tiene por objetivo contribuir a la eficiencia económica, el crecimiento sostenible y la estabilidad financiera de los países, estima que Argentina cerrará este año con un descenso del 3% del Producto Interior Bruto.

Milei ha tomado otras decisiones gloriosas, como trasladar de forma opaca buena parte de las reservas de oro de Argentina a bancos extranjeros, restringir el acceso a la información pública de los actos del Gobierno, abolir derechos históricos del movimiento obrero, aumentar el presupuesto de la policía, o enviarla para reprimir a los jubilados que se manifestaban ante el Congreso.