LAS OTRAS NOTICIAS - 2024 (334)

LAS OTRAS NOTICIAS (334)

31 de julio de 2024

FUENTES: El País, eldiario.es, Público, InfoLibre, El Salto, Contextos, Rebelion.or, Cadena Ser.

LA VERGONZOSA EPIDEMIA DEL HAMBRE

Unos 733 millones de personas están subalimentadas en todo el mundo; es decir, sufren hambre crónica. Así lo indica un informe de cinco agentas de la ONU (FAO, FIDA, OMS, PMA y Unicef). Representan uno de cada once habitantes del mundo y uno de cada cinco de áfrica, donde el hambre aumentó en el último año.

En África sufren hambre el 20,4% de su población, en Asia el 8,1% y en América Latina el 6,2 %).

Además, más de un tercio de la población mundial (cerca de 2.800 millones de personas) no puede permitirse una dieta saludable.

El mundo, agrega el informe, ha retrocedido 15 años en la lucha contra el hambre, con niveles de subalimentación comparables a los de 2008-2009, lo que se atribuye a las guerras, la crisis climática, la pérdida de poder adquisitivo, la falta de financiación y la creciente desigualdad social.

Seguimos muy lejos de cumplir el “Objetivo de Desarrollo Sostenible” de llegar a “Hambre cero” para 2030. Si se mantiene la tendencia, al menos 582 millones de personas estarán entonces subalimentadas, la mitad de ellas en África.

El informe considera necesario abordar las desigualdades y transformar con mayor rapidez los sistemas agroalimentarios, diseñados para beneficio de grandes empresas y que están en la base de la permanencia del hambre.

ÁFRICA RICA, AFRICANOS POBRES

288 millones de personas pasan hambre en África, un continente con enormes potencialidades económicas: Solo con el fruto del 65% por ciento de las tierras sin cultivar podría alimentarse a toda la población mundial.

Costa de Marfil es el primer país productor de cacao del mundo y el tercero de café; también produce oro y diamantes, pero sus jóvenes mueren en el Mediterráneo intentando llegar a Europa.

Algo similar ocurre en otros países, que ven cómo las compañías extranjeras se llevan se llevan el cobre, el cobalto, el coltán y otras riquezas mineras.

El 80% del oro extraído en Sudán sale clandestinamente del país.

En el año 2000, las grandes compañías pesqueras españolas expoliaron los mares de Senegal, y ahora los pescadores locales se enfrentan a muy difíciles condiciones para sacar pescado.

Occidente aprovecha al máximo la importación de la materia prima africana, echando mano a la corrupción o a lo que haga falta, al tiempo que evita que los africanos pobres lleguen a Europa, echando mano de lo que haga falta (persecución, muertes, perros, cargas policiales, extorsiones, abusos, robos, crímenes…).

La historia viene de lejos. En siglos pasados, el llamado Comercio Triangular Transatlántico (África-Europa-América), además de comerciar con oro, marfil, maderas nobles y miel, entre 1450 y 1870 comerció también con esclavos: Hubo una migración forzada de más de 12 millones de hombres, mujeres y niños africanos. A ninguno se le exigió visado de trabajo.

Antes íbamos en busca de esclavos. Ahora vienen ellos solos.

ECONOMÍA CIRCULAR

En la Unión Europea algunos metales como el hierro o el zinc se reciclan hasta en un 50% de su contenido original, pero solo el 11% de su economía se caracteriza como circular.

La economía circular es un modelo de producción y consumo que incorpora la reutilización, renovación, reparación, reciclaje de materiales y productos, y su eliminación responsable, como elementos esenciales del proceso productivo. Es hacer posible una nueva utilidad a los residuos. El secretario general de la ONU se ha referido a ella como una alternativa para evitar la generación de residuos.

Se trata de reintroducir los residuos hasta donde sea posible en el circuito económico como materias primas secundarias, de manera que el fin de un producto sea el inicio de otro. Algunos hablan del proceso de las tres R (reutilizar, reparar, reciclar). Otros hablan de siete R (reflexionar, rechazar, reducir, reutilizar, reciclar, redistribuir y reclamar), y otros de Multi R (repensar, rediseñar, refabricar, reparar, redistribuir, reducir, reutilizar, reciclar y recuperar energía)…

La economía circular permite reducir el uso de recursos “nuevos” y con ello la generación de residuos; reducir el consumo de energía y la emisión de gases de efecto invernadero; disminuir la dependencia de suministros externos e inciertos y reducir el precio de las materias primas; mantener la biodiversidad del planeta… Todo ello supone un crecimiento más sostenible y duradero y un alivio para la naturaleza.

La tecnología ofrece soluciones. Permite reciclar componentes electrónicos, metálicos, baterías, etc. para la fabricación de nuevos aparatos. Del desguace de 500 ordenadores se obtienen más de 500 kilos de plomo, 2 kilos de cadmio y 300 gramos de mercurio. Botellas de plástico recicladas pueden dar lugar a zapatillas deportivas. El aceite usado de los automóviles puede utilizarse como insumo para la industria del cemento. El hierro y el acero pueden devolverse a las fundiciones y usarse nuevamente. El vidrio de las botellas desechadas puede convertirse en nuevas botellas...

Los expertos dicen que es necesario incentivar más la innovación circular y las prácticas sostenibles, y calculan que las estrategias circulares podrían reducir hasta en un 39% las emisiones de efecto invernadero.

“ALTO COSTO” DE LA GUERRA CONTRA LAS MARAS

Nayib Bukele gobierna El Salvador, un país de apenas 21.000 kilómetros cuadrados, que desde hace muchos años ha sido asolado por la violencia de las maras, pandillas de delincuentes juveniles que actuaban con extremo salvajismo para cometer sus crímenes, que incluían violación, contrabando de armas, secuestros, asesinatos y vínculos con el narcotráfico internacional, y que controlaban amplios territorios sometiendo a la población a un ambiente de terror y extorsiones.

Bukele les declaró la guerra en marzo de 2022. Decretó un estado de excepción, que restringía los derechos fundamentales y daba amplios poderes a las fuerzas de seguridad.

Desde entonces, han sido detenidas al menos 81.100 personas. La gente, dicen, está contenta, porque tiene más seguridad. Pero organizaciones internacionales (las nacionales no tienen muchas opciones) han denunciado abusos, torturas, detenciones arbitrarias, juicios espurios y otras violaciones a los derechos humanos en esa guerra contra la delincuencia organizada. Organizaciones humanitarias han contabilizado más de 6.000 denuncias de violaciones a derechos humanos y 300 muertes de detenidos bajo custodia estatal.

Recientemente, la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) ha denunciado que al menos 3.000 menores han sido detenidos de forma arbitraria y sometidos a juicios con violaciones al debido proceso. Más de 1.000 de ellos han sido condenados, acusados de pertenecer a las pandillas, pero, asegura HRW, “las fuerzas de seguridad han sometido a muchos de estos niños, niñas y adolescentes a graves violaciones de derechos humanos durante el arresto, la detención e incluso después de su liberación”. Menciona torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes, reclusión en condiciones deplorables, hacinamiento, golpizas, falta de acceso a alimentación y atención médica adecuados …

También asegura que “muchos niños, niñas y adolescentes que han sido detenidos y encarcelados no tenían ninguna conexión aparente con las actividades abusivas de las pandillas”, y que las condenas se basaron con frecuencia en testimonios policiales no corroborados y a veces en declaraciones forzadas bajo tortura, con colaboración de jueces y fiscales.

El informe de Human Rights Watch señala el “alto costo” que ha tenido esa guerra contra la delincuencia, en la que, al parecer, vale todo.

EXPLOTACIÓN DE LOS MIGRANTES EN EL CAMPO EUROPRO

En el sector agrícola europeo trabajan 2,4 millones de migrantes (uno de cada cuatro trabajadores del sector) que cosechan frutas y verduras, enfrentándose a la explotación laboral, los abusos a sus derechos y a pagos insuficientes, de acuerdo a un informe del Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones, la Universidad Pontificia Comillas y Oxfam Intermón.

Los trabajadores migrantes sufren la precariedad en sus condiciones salariales, trabajan jornadas que sobrepasan las horas permitidas por ley, sin cobrar horas extras y sin descansos durante la jornada laboral, “Estas personas se encuentran en las escalas salariales más bajas, muchas veces por debajo del mínimo legal”.

Las peores condiciones las sufren, obviamente, las personas sin papeles y las mujeres.

Uno de los más graves problemas a los que se enfrentan es el de la vivienda, por la falta de recursos económicos y por la discriminación social de particulares y agencias, que no quieren que entren migrantes en sus casas. Muchos migrantes tienen que vivir en su lugar de trabajo, en las propias fincas, o en asentamientos de infravivienda, chabolas o tiendas de campaña.

“PARA QUE LLEGUEN A FIN DE MES”

El presidente del Parlamento de Andalucía planteó hace unos días la necesidad de aumentar los salarios de los diputados, “para que pudieran llegar a fin de mes”.

Los parlamentarios andaluces cobran entre 3.343,07 y 5.044,73 euros al mes en 14 pagas, según el cargo, en concepto de salario. A ello hay que sumar las generosas percepciones que reciben en conceptos de dietas, ayudas para el transporte, indemnizaciones…, por las que no pagan impuestos

El salario bruto medio anual en Andalucía es de 1.230,92 euros mensuales en 14 pagas.

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