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12 de Diciembre de 2022

FUENTES: El País, eldiario.es, Público, InfoLibre, Hufftinton post, ctxt.es, Cadena Ser, VientoSur, Contrainformación.es, Rebelion.or

QATAR Y EL PARLAMENTO EUROPEO

No fueron solo los sobornos para conseguir el mundial de fútbol; ni las muertes de miles de trabajadores en la construcción de las infraestructuras, en un régimen laboral medieval; ni la discriminación a las mujeres o al colectivo LGTBI. Qatar llegó a ensuciar con su petrodinero a la Unión Europea.

La Policía Judicial y la Fiscalía belgas, tras varios meses de investigación, han descubierto una trama de pagos de “importantes sumas de dinero o regalos” a personas con una relevancia política o estratégica en la Eurocámara (sobornos) para tratar de influir en sus decisiones políticas y económicas.

Recientemente la policía realizó más de una veintena de registros domiciliarios y arrestó a seis personas, entre ellas Eva Kaili, vicepresidenta del Parlamento, que hace poco declaró que “Qatar es líder en derechos laborales”, a pesar de las denuncias de las organizaciones internacionales.

El Parlamento ha suspendido de todas sus funciones a Eva Kaili, que, junto a otras tres personas, ya ha sido imputada por los delitos de participación en organización criminal, blanqueo de capitales y corrupción.

El asunto está bajo sumario, pero el escándalo es mayúsculo y la Eurocámara ha quedado vergonzosamente manchada. Muy manchada.

PERÚ SIGUE EL GUIÓN: AHORA, LOS DISTURBIOS

El presidente Pedro Castillo intentó dar un autogolpe de Estado. Nadie le apoyó. El Congreso lo defenestró y colocó en la Presidencia a la hasta entonces vicepresidenta Dina Boluarte. La policía lo detuvo. Podría caerle una condena de entre 10 y 20 años por rebelión.

El maestro y sindicalista que llegó a ser presidente nunca fue aceptado por la casta política elitista y racista que siempre ha gobernado el país, aliada con los bancos, las empresas mineras y los grandes medios de comunicación. No le dieron ni un día de gracia. Nunca pudo llevar la iniciativa política, sumido en su propio caos y acosado por un Congreso dominado por una extrema derecha voraz y fanáticamente irracional. Quiso gobernar para las clases populares que le auparon al poder, pero su falta de liderazgo le llevó buscar el beneplácito de la derecha y a alejarse progresivamente de los sectores de izquierda.

Y, quizá lo más grave, se fue rodeando de camarillas expertas en corruptelas. Dejó de preocuparse por los ciudadanos y se acomodó a las reglas del juego del neoliberalismo, la corrupción y el nepotismo, al punto de llegar a hacer del gobierno una especie de empresa de trabajo temporal, por la que han desfilado más de 100 ministros y secretarios de Estado y en la que han medrado sus familiares y amigos. Quiso convertirse en un caudillo más, como sus predecesores, ávidos de saquear el Estado.

Gobernó de crisis en crisis hasta que, solo y acosado, decidió el autogolpe en un acto desesperado abocado al fracaso más estrepitoso.

La gente, o alguna gente, se ha echado a la calle. Algunos piden la liberación de Castillo, pero más exigen la disolución del Congreso y la convocatoria urgente a nuevas elecciones. Muchos lucen en sus camisetas el eslogan “¡Cierre del Congreso corrupto!”. Han llegado los disturbios, algunos violentos. La crispación se ha apoderado del país. Dos manifestantes han muerto a manos de la policía y los heridos suman varias decenas.

Algunos ven la “mano peluda” de quienes suelen sacar provecho del río revuelto y la inestabilidad. Otros ven en las protestas la indignación popular y el deseo de “que se vayan todos”, de que desaparezca una clase política profundamente corrupta, autoritaria y elitista, que concibe en estado como un botín del que apoderarse.

El país ha tenido seis presidentes en los últimos cuatro años y casi todos ellos han sido destituidos por mentir, robar o saltarse las leyes.

La presidenta Boluarte ha dicho que propondrá al Congreso la celebración de elecciones en abril de 2024, aunque estaban previstas para 2026, pero todavía está por ver cómo acabará este penúltimo capítulo de la ingobernabilidad de Perú.

EL DESALOJO DE LA CAÑADA REAL

Ahora han llegado “las escavadoras”, por orden de la Comunidad de Madrid (sin orden judicial), para derrumbar y soterrar sus precarias viviendas, cuando ellos están ausentes. Debajo de la arena quedan sus pertenencias: documentación, ropa, electrodomésticos, bicicletas, juguetes…

Ya lo han sufrido más de veinte familias, que se han quedado en la calle sin previo aviso y sin que las administraciones les hayan dado una alternativa habitacional. Muchos vecinos no se atreven a salir de su casa, porque quizá cuando regresen ya la hayan destruido.

Son la gente de la Cañada Real, de Madrid, donde hace más de 60 años se asentaron los primeros moradores en lo que era una antigua vía pecuaria. Hoy viven más de 7.200 personas en un asentamiento irregular, a 14 kilómetros de la mismísima Puerta del Sol, el centro de Madrid. Lo peor es el sector 6, donde prevalecen las chabolas insalubres de rumanos y gitanos; allí viven 4.000 personas, de las que más de 1.800 son niños y niñas.

Hace más de dos años que sufren severos cortes de luz por parte de Naturgy, la empresa distribuidora de la electricidad en la zona. Dice que hay conexiones ilegales para producción de droga. Los vecinos dicen que es cierto, pero que es evidente dónde están esos puntos y que es fácil solucionar el problema, pero nada se ha hecho en esa dirección.

Organismos de la ONU se han pronunciado sobre esa flagrante violación a los derechos humanos. Los vecinos también han acudido al Consejo de Europa, que ha dado un plazo de 14 días a España para solucionar esta situación.

Ellos han reiterado su disposición a legalizar sus viviendas y a pagar los recibos, pero falta voluntad en las administraciones. Esos terrenos están en la mira de promotores inmobiliarios y especuladores, que realizan nuevos desarrollos urbanísticos en la zona, donde no tienen cabida los pobres.

Por eso han llegado las máquinas. Se trata de desalojarlos forzosamente y expulsarlos de la zona. El Comisionado de la Comunidad de Madrid para la Cañada Real se lo dijo claramente: “Os iréis por las buenas o por las malas".

SUDÁN DEL SUR: UN CÓCTEL INSOSTENIBLE

Es un mosaico humano de más de 80 grupos étnicos, en el centro del África Subsahariana, algo más grande que España y con unos 11 millones de habitantes, la mayoría de ellos viviendo en zonas rurales. Es uno de los países más jóvenes: Obtuvo su independencia hace 10 años, escindiéndose de Sudán.

Los conflictos interétnicos, por el control de los pastos para sus ganados, vienen desde el siglo XIX, bajo la colonización británica. En 2005 las facciones independentistas del sur se pusieron de acuerdo y así se llegó al referendo de autodeterminación de 2011, que les llevó a la independencia.

Pero dos años después de nuevo estalló la guerra entre las dos etnias más numerosas y poderosas (Dinka y Nuer). En 2020 las partes enfrentadas decidieron construir un Gobierno de coalición, pero de hecho la violencia nunca ha cesado, aunque ha disminuido. Las organizaciones humanitarias calculan que ha causado unos 400.000 muertos, 2,3 millones de refugiados y 2,2 millones de desplazados internos. Dicen que es la mayor crisis de refugiados en África.

Muchas de las etnias minoritarias dicen que los Dinka y los Nuer están excesivamente militarizados y en un creciente proceso de autoritarismo, corrupción e impunidad, que conlleva una gran desconfianza entre todas las etnias nacionales.

Aunque es un país rico en petróleo, tiene el índice de desarrollo humano más bajo de toda el África Subsahariana. La ONU estima que unos 7,5 millones de personas necesitan ayuda humanitaria.

Es, además, un país castigado por largas sequías y lluvias torrenciales. Unas recientes inundaciones han afectado a un millón de personas, arrasando sus viviendas, sus cultivos y sus ganados. A medida que se agrava la crisis climática, las extremas condiciones climatológicas desgastan la resiliencia de la población.

Un país atrapado en el hambre, la violencia étnica, el desarraigo, la corrupción, los impactos del cambio climático… ¿Por dónde vendrá la esperanza?

EL SALVADOR: ¿TERROR CONTRA LA DELINCUENCIA?

En marzo pasado el gobierno de El Salvador decretó el estado de emergencia para luchar contra la violencia de las pandillas.

Ahora, la ONG Human Rights Watch, que vela por los derechos humanos, denuncia que desde entonces las fuerzas de seguridad cometen abusos generalizados de Derechos Humanos. Policías y soldados han realizado cientos de redadas, particularmente en barrios de bajos ingresos, sin órdenes de registro o arresto, donde han detenido a más de 58.000 personas, entre ellas a más de 1.600 niños. Al menos 90 personas han muerto en custodia policial.

La ONG documenta detenciones masivas arbitrarias y torturas, y señala que el presidente Nayib Bukele respalda públicamente a las fuerzas de seguridad, promoviendo "una retórica deshumanizante contra los detenidos y sus familias".

¿CÓMO QUEDAN LAS PENSIONES?

El gobierno de España ha anunciado una subida del 8,5% en las pensiones de jubilación (contributivas) a partir del 1 de enero de 2023, lo que afectará a casi 6,3 millones de pensionistas.

Pese a ello, más de 2,9 millones de ellos (casi la mitad) cobrarán pensiones de menos de 1,000 euros brutos mensuales, que es la cifra del Salario Mínimo Interprofesional; y el 33% (2.06 millones) se quedarán por debajo de los 800 euros, cantidad que marca el umbral de la pobreza (11.202 euros anuales para una persona que viva sola).

En España hay un total de 9,01 millones de pensionistas, incluyendo los beneficiarios por jubilación, incapacidad, viudedad, orfandad, no contributivas… Con las nuevas subidas, 4,3 millones de ellos percibirán menos de 1.000 euros, y dos millones percibirán menos de 800.

¿QUÉ PASA CON LA SANIDAD EN MADRID?

Los médicos y pediatras de la Atención Primaria madrileña, que suman en total casi 5.000 facultativos, llevan en huelga desde el 21 de noviembre.

Demandan que se mejoren las condiciones para prestar una asistencia adecuada a sus pacientes, como limitar la agenda de pacientes diarios a 25-30, de manera que puedan dedicar al menos 10 minutos en promedio cada uno; también, que se remunere mejor a los profesionales sanitarios, para que no se vayan a otras Comunidades o al extranjero.

Dicen que en Madrid hay un “déficit estructural” de 600 médicos y 150 pediatras en la Atención Primaria, lo que se agravará en los próximos cinco años cuando se jubilen unos 1.250 facultativos, cerca del 30% del total.

La solución pasa, dicen, por aumentar la financiación sanitaria al menos en el 25%, de manera especial en la Atención Primaria. Pero la Comunidad cierra la puerta a ampliar la inversión, y solo ofrece convertir a los profesionales eventuales en interinos, impulsar “incentivos” no precisados para los sanitarios que tengan menos sobrecarga de trabajo y hacer una agenda de trabajo voluntario de médicos, medidas calificadas como “humo” por los sindicatos.

De hecho, en el presupuesto para 2023 la Comunidad sigue siendo por cuarto año consecutivo la que menos se gasta per cápita en sanidad: 1.446 euros, casi 700 euros menos que Asturias, que tiene el presupuesto más alto.

El presupuesto total de la sanidad madrileña no llega a 8.000 millones de euros, cuando serían necesario al menos 11.000 millones para para cubrir las necesidades. De esa cantidad, solo el 10% se destina a la Atención Primaria, muy por detrás del resto de comunidades autónomas y muy lejos del 25% que pide la Organización Mundial de la Salud.

En tanto, según el Centro de Investigaciones Sociológicas, los ciudadanos valoran muy positivamente el sistema sanitario público, así como la atención de los profesionales que trabajan en él, pero la mitad considera que hacen falta cambios fundamentales e incluso reformas profundas en ese sistema.