El proyecto pretendía llevar a cabo la creación de una escuela – taller para niños víctimas de la guerra, en la capital de Sierra Leona, Freetown. Esta escuela, cuyo nombre es “Diamond – Child”, admitió principalmente a los niños y niñas de edades comprendidas entre 3 y 20 años, que en su mayoría deambulaban por las calles de Freetown sin ocupación alguna. El objetivo era ayudarles a no perder la identidad social y cultural de su etnia e inculcarles fórmulas de desarrollo artístico que fomenten su esperanza en un futuro más cierto, sobre todo a aquéllos cuyas familias han sido víctimas de la guerra. Es una escuela creativa, sus bases se asentaron sobre la cultura tradicional de todas las etnias de Sierra Leona. El aprendizaje de los alumnos se llevó a cabo a través de la música, la danza, el teatro y los cantos tribales de dichas etnias y por medio de otras formas de expresión de su riqueza cultural, como la talla de madera y la fabricación de sus instrumentos musicales. Es también el único centro dedicado fundamentalmente al desarrollo socio - cultural y artístico, que es la dignidad social de las tribus de Sierra Leona.