Sokodé es la segunda ciudad más grande de Togo. Debido a la situación del país (inseguridad política y crisis económica) muchas familias no pueden encontrar los medios suficientes para vivir dignamente. Bastantes de ellas se tienen que conformar con una comida al día y a veces ni tan siquiera eso. Los salarios de los funcionarios no llegan con regularidad; lo normal es que de cada 5 o 6 meses cobren uno, por lo que no pueden pensar en invertir una cantidad para mejorar sus condiciones higiénicas. Esta situación se vió agravada por el hecho de que las ayudas económicas europeas quedaron bloqueadas con el fin de obligar al gobierno a dar pasos a una democracia transparente y el respeto de los derechos humanos.
Este proyecto consistió en las construcción de pozos, letrinas y duchas en Sokodé con la intención de paliar el problema de la higiene de barias familias y por tanto el problema sanitario de las mismas eliminando numerosos focos de infección de los que son víctimas especialmente los niños.
Los beneficiarios directos de esa iniciativa fueron 70 miembros de varias familias y 700 personas de los cantones de alrededor.